
¿Qué animales son adecuados para instituciones educativas?
¿Un hámster en el aula? Mejor no. Si bien los animales pueden enriquecer la vida cotidiana en las escuelas y guarderías, esto solo ocurre si el tipo de animal y su cuidado se adaptan a la institución correspondiente. Un animal no es un juguete, sino un ser vivo con sus propias necesidades. Por lo tanto, los educadores deben examinar detenidamente qué animales son adecuados y cuáles no.
Qué pueden aportar los animales en el día a día educativo
Los animales mantenidos correctamente fomentan la responsabilidad, la empatía y la acción conjunta. Los niños aprenden que el cuidado debe ser regular y fiable. Además, los animales ofrecen temas de conversación, estimulan la observación y crean momentos de tranquilidad, que son especialmente importantes en las fases agitadas de la vida cotidiana del grupo.
Criterios para la selección
Para que los animales puedan integrarse de forma útil en las escuelas o guarderías, los educadores deben prestar atención a tres cosas:
- Robustez: Los animales deben ser capaces de soportar el estrés causado por el ruido o el cambio de cuidadores.
- Esfuerzo de cuidado: El cuidado debe ser factible en la vida cotidiana, incluso durante las vacaciones o en caso de enfermedad.
- Manejo seguro: Los niños deben poder observar y ayudar sin que el animal o el niño corran peligro.
Especies animales adecuadas
- Cobayas y conejos: Populares, fáciles de observar, pero necesitan espacio y mantenimiento en grupo.
- Peces: Fáciles de cuidar, tienen un efecto calmante, adecuados para la observación.
- Aves (por ejemplo, periquitos): Vivas y comunicativas, pero necesitan atención diaria y un entorno limpio.
👉 Importante: Mantener siempre al menos en parejas, ya que la mayoría de los animales son seres sociales.
Animales menos adecuados
- Hámsteres: Nocturnos, la mayoría de las veces invisibles durante el día, lo que resulta decepcionante para los niños.
- Reptiles: Elevadas exigencias en cuanto a clima y alimentación, escasa interacción.
- Ratas o ratones: Inteligentes, pero asociados a prejuicios para muchos niños y padres, por lo que se requiere un trato sensible.

La organización lo es todo
Antes de que un animal se mude, necesita un plan:
- ¿Quién se encarga del cuidado durante las vacaciones?
- ¿Quién corre con los gastos de comida y veterinario?
- ¿Hay suficiente espacio para una cría adecuada a la especie?
Estas preguntas deben aclararse en el equipo y con los padres antes de que un animal forme parte de la institución.
Valor añadido pedagógico
Los animales seleccionados correctamente son algo más que un simple «entretenimiento». Se convierten en compañeros de aprendizaje: los niños experimentan la responsabilidad en la práctica, desarrollan su capacidad de observación y aprenden a ser considerados. Reconocen que los animales tienen necesidades y que el cuidado no es una actividad de ocio, sino una obligación.
Lo más importante para su institución
No todos los animales son adecuados para la escuela o la guardería. Son adecuadas las especies robustas, fáciles de cuidar y que los niños puedan experimentar bien. Quien se informa de antemano y organiza el mantenimiento de forma profesional, crea un valor añadido para los niños, los animales y la institución.