Maus in Streu

El lecho adecuado: suave, absorbente y seguro

«¡Con un poco de paja es suficiente!». Esta frase se oye a menudo cuando se trata de preparar los recintos para animales pequeños. Pero el lecho es mucho más que un simple revestimiento del suelo. Es a la vez lugar para dormir, aseo, zona de juegos y lugar para sentirse bien. El lecho adecuado marca la diferencia decisiva para el animal: le protege de la humedad, evita la formación de olores e invita a excavar. Así, los niños también aprenden lo importante que es el entorno adecuado para el bienestar.

Por qué el lecho es tan importante

Los animales pequeños pasan la mayor parte de su vida en su recinto. Por lo tanto, el sustrato es decisivo para que se sientan seguros, limpios y cómodos. Un buen lecho debe ser absorbente, suave y con poco polvo. Evita la formación de olores, protege las sensibles vías respiratorias de los animales y les permite moverse, excavar, ocuparse y esconderse. Quien haya visto alguna vez cómo los hámsteres construyen túneles o cómo los conejillos de Indias descansan relajados sobre un sustrato blando, comprende inmediatamente por qué el lecho no es una cuestión secundaria.

¿Qué materiales son adecuados?

Material + forma = el lecho adecuado

  • Materiales: madera, celulosa, heno, paja, maíz o cáñamo: constituyen la base del lecho y determinan lo absorbente, suave o variado que es el sustrato.
  • Formas: virutas, flips, chips, astillas, copos, rizos, fibras, granulado, pellets o esterillas: es decir, la forma en que se procesa el material. Influye en si el lecho es suelto, blando, adherente o especialmente absorbente.
  • Ejemplo práctico: para los conejos, son adecuadas las fibras de cáñamo blandas o las virutas de madera para tumbarse, combinadas con granulado muy absorbente en el retrete. De este modo, el suelo se mantiene cómodo e higiénico al mismo tiempo.

Importante: los materiales blandos ofrecen comodidad para tumbarse, mientras que los granulados o pellets absorbentes garantizan la higiene. Lo ideal es una combinación de ambos para que los animales puedan excavar, correr y sentirse cómodos.

La vida cotidiana con el lecho adecuado

Los niños pueden observar cómo los hámsteres cavan pasadizos en el suelo y cómo los conejos se esconden en túneles. Para los conejillos de Indias, es importante una base blanda para proteger sus sensibles patas. Los padres se dan cuenta rápidamente: cuanto más alta es la calidad del lecho, más fácil es la limpieza. Las zonas húmedas se pueden eliminar fácilmente y el recinto permanece fresco y limpio durante más tiempo. Lo práctico es un ritmo de limpieza fijo: por ejemplo, se puede limpiar diariamente la esquina de la orina y realizar un cambio parcial semanalmente.

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Comparar jugando con los niños

Se vuelve especialmente emocionante cuando los niños pueden tocar diferentes materiales de lecho. ¿Qué se siente al tocar el cáñamo? ¿Cómo cruje la paja? A través de estas comparaciones, se hace comprensible por qué los animales necesitan bases blandas y absorbentes. Así, el cuidado se convierte al mismo tiempo en un proceso de aprendizaje.

Lo más importante de un vistazo

El lecho no es un tema secundario, sino que constituye la piedra angular de una cría adecuada para la especie. Aporta vivacidad al hábitat de los animales, garantiza que se sientan cómodos y muestra a los niños lo importante que es un buen entorno. Quien apueste por materiales blandos, absorbentes y seguros, garantiza animales sanos, un hogar limpio y momentos instructivos en la vida familiar cotidiana.