
Los animales como puente entre los hermanos
En el salón, el ambiente es animado, pero tranquilo. Dos hermanos están sentados en la alfombra observando cómo sus periquitos revolotean por la habitación.
Uno de ellos aterriza en la lámpara, el otro en la estantería. Poco después, se encuentran en la rama que los niños han preparado como su lugar favorito.
«¡Mira cómo se saludan!», exclama la pequeña. El mayor asiente: «Están contentos de estar juntos». Un momento lleno de ligereza y un ejemplo de cómo funciona la cercanía.
💚 Los animales fomentan la cercanía, también entre hermanos
Los periquitos son animales de bandada. Son curiosos, sociables y sensibles a los estados de ánimo.
Precisamente eso los convierte en maravillosos maestros de la unión.
Cuando los hermanos los observan juntos, sienten que la convivencia funciona cuando uno se respeta al otro.
Consejo para padres:
- Las fases de observación fomentan la empatía: Observar juntos cómo se comunican los pájaros.
- Compartir tareas: Un niño llena el agua, el otro se encarga de la comida o el verde fresco.
- Hablar sobre el comportamiento («¿Por qué uno se va volando cuando hay ruido?») ayuda a entender los sentimientos, también los propios.
¿Por qué los periquitos mitigan las discusiones?
Los pájaros reaccionan de inmediato al estado de ánimo: Si se vuelven ruidosos o frenéticos, se echan a volar.
Si, por el contrario, se mantiene la calma, regresan, a veces incluso muy cerca.
Esta respuesta actúa como un espejo para los niños.
Muchas familias cuentan que las disputas son más silenciosas desde que están los periquitos.
Pequeños trucos cotidianos:
1. Señal de calma: «Cuando los periquitos están tranquilos, nosotros también».
2. Minuto de paz: Observar en silencio durante un minuto, como respirar, solo que juntos.
3. Tiempo para hablar: Contar por turnos lo que se ve en el animal, sin interrumpir.
De esta manera, el animal se convierte en un mediador silencioso y no en el centro de una disputa.
Aprender a compartir, sin competencia
También en el cuidado de los animales puede surgir rápidamente la pregunta «¿Quién va primero?».
Sin embargo, con un plan claro, esto se convierte en un juego de equipo.
Ejemplo para familias:
- Lunes / Miércoles: El niño A alimenta, el niño B limpia el comedero.
- Martes / Jueves: Intercambio.
- Fin de semana: Un «momento periquito» juntos: simplemente observar o dibujar.
De este modo, los niños experimentan que tener consideración no es una renuncia, sino una colaboración.
Valor de la experiencia cotidiana
«Nuestros periquitos son como pequeños maestros.
Cuando los niños se ponen ruidosos, se echan a volar, e inmediatamente ambos se callan.
Se ríen y la discusión se acaba.
Los pájaros nos han enseñado a tener consideración sin que tuviéramos que explicárselo». – Familia N., dos hijos (7 y 10 años)
Crecer juntos, paso a paso
Los animales fomentan la compasión, la paciencia y el entendimiento mutuo.
Los niños observan, por ejemplo, cómo se relacionan los pájaros entre sí, y aprenden a través de la postura corporal, los sonidos y los pequeños gestos.
Así aprenden cómo funcionan las relaciones: con atención, respeto y sin muchas palabras.
Idea para la familia:
Diseñad juntos un diario de aves.
Cada niño pinta o describe lo que ha observado, por ejemplo, cuándo los pájaros están especialmente activos o qué sonidos hacen.
El fin de semana podéis leer vuestras contribuciones juntos y descubrir lo diferente que habéis vivido la misma escena.
Conclusión
Los periquitos muestran a los niños cómo puede funcionar la convivencia: con consideración, curiosidad y ternura. No son árbitros, pero cambian la atmósfera con cada movimiento y cada sonido. Donde están, surge la comunicación. Y a veces también la paz. 💚
Para seguir leyendo
Mi diario de aves CHIPSI
